Síndrome del perfecto programador:
Espejismo de eficacia personal que sufren algunos programadores informáticos que se creen infalibles, normalmente porque los problemas con los que se han enfrentado hasta ese momento no eran tan críticos como los que ahora les toca lidiar. Es una situación típica, dicen, de los informáticos recién graduados, que creen incorrectamente que todos los problemas reales son meras extensiones de los ejercicios que han realizado en la Universidad. La vida cura ese síndrome con unas pocas dosis de problemas del día a día. No hay que preocuparse excesivamente: todos lo hemos padecido de alguna forma, aunque no seamos programadores.